TRABAJO FÁCIL

Otro de mis cuentos, bueno, esto fue sólo un ejercicio pa soltar a mis personajes...

Diablos Van, cómo llegamos a esta situación. No te hagas wey, mejor baja tu pistola, sin albur. Bájala tú primero. Ni madres. A ver quién se cansa primero? Va que va. Y qué hacemos con ese pendejo. Pues si escapa nos jodemos. Mátalo. Mátalo tú. Pinche Van, te lo estoy pidiendo de hermano a hermano. Ni madres, que lo mate Cenez. Bueno, y ya te cansaste? No. Pues apúrale porque no quiero que me dejes marcado el cañón en la frente, sin albur. No me he cansado pero tengo ganas de ir al baño. Está ocupado. Ya lo sé. ¡Qué pedo con ustedes! bajen sus pistolas, sin albur. Vaya, hasta que sales, pensé que ya te habías atorado. Es que los tacos de anoche creo que sí ya no servían. Te lo dijo este wey pero tú: no, no, todavía están buenos, me los como. Bueno ya, bajen sus armas. Ni madres, primero mata a ese cabrón. Y yo por qué? Cómo que por qué, dile Almer. Cómo eres wey, pues que no ves que ni Van ni yo podemos porque estamos viendo quién se cansa primero? Y por sus pendejadas me toca matar a este idiota? Simón. Pues si. Bueno… ¡PUM!... ¡Pinche Cenez loco! Qué, me dijeron que lo matara. Sí, pero con el silenciador. Ahora tenemos que salir de aquí. Pues perdón pero mi silenciador lo tiene Van. A sí? y yo ni cuenta me había dado. Hazte wey, eres un ojete, me ibas a matar y con silenciador, pinche mal amigo, córrele, vámonos, muévete! Ni madres. Ya Van, luego lo matas. Sí wey, no mames. Ni madres, quiero mis cigarros, además le di una oportunidad de bajar su arma y no quiso. Sabes que este nunca va a bajar primero su pistola, sin albur, y tú pinche Almer, por eso todo este desmadre, ahora qué le hiciste a sus cigarros. Fue sin querer, me tropecé con el pie de este pinche gordito cagado y caí en la mesita esa donde Van puso sus cigarros que salieron volando por la ventana, pero fue sin querer. Me vale madres si fue sin querer, quiero mis cigarros. Quiere cigarros, qué le hacemos. Tengo en la casa pero ya vámonos. Tranquilo, no te estreses. Lo dices fácil porque tu hermana no es la que vive en el departamento de enfrente. Bueno, ya vámonos. Valla! Aleluya! Pero si no tienes cigarros te juro que… ¡Sí tengo! Raleight? Sí. De los rojos? Simón. Oigo que suben. Vamos. Vale. Pus ora.

Mis cigarros. Ten y no chingues. Tengo hambre. Qué bien, me hacía falta un cigarro. En la mesa hay tacos. Jijiji. No jodas, tienes leche? Sí. Jijiji. Sin albur. Ah no sé, busca en el refri. Perdón por apuntarte. No hay pedo pero no lo vuelvas a hacer. Pues tú no vuelvas a atentar contra mis cigarros. Te digo algo? Qué pedo. No tenía bala. Ja! y yo me acabo de dar cuenta que tenía el seguro puesto. Ay ya! pinches cursis, me van hacer llorar. Te das cuenta? si la cosa se pone fea nos friegan, a uno por no tener bala y al otro por tener el seguro. Ya encontré la leche. Pero sabíamos que esto iba a estar de hueva. Simón, ojalá que (Quieres agua con hielos?) todos los trabajos fueran como este… ¡Almer! …Sí por-fa, que estemos sentados viendo Matando Cabos y de repente suene el teléfono: les tengo trabajo, un gordo violador hijo de puta que vive en bla bla bla. De pocamadre: ponerle pause, salir, dar tres pasos, tocar el timbre, entrar. Ahí está. Gracias hermano. Entrar, matar y regresar para terminar de ver la película fumando. De pocamadre. Ojalá fuera así siempre.